INVERCLIMA es un proyecto de investigación desarrollado por la Universidad de Santiago de Compostela con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad, con el que se pretende mejorar la planificación territorial de la infraestructura verde con el fin de contribuir a la mitigación y adaptación al cambio climático.
La Unión Europea está impulsando la Infraestructura Verde de Europa, definida como «una red de zonas naturales y seminaturales y de otros elementos ambientales, planificada de forma estratégica, diseñada y gestionada para la prestación de una extensa gama de servicios ecosistémicos».
Esta red de ecosistemas sanos es imprescindible en la lucha contra el cambio climático. Bosques, pastizales, ecosistemas acuáticos, etc. desempeñan un papel fundamental en el ciclo del carbono pero además proporcionan servicios y bienes esenciales para el bienestar humano. La infraestructura verde contribuye, entre otras funciones, a la mitigación y adaptación al cambio climático, ya que entre los servicios ecosistémicos que proporciona se encuentran el secuestro y almacenamiento de carbono mediante la creación y conservación de sumideros naturales, la regulación de la temperatura, el suministro de energías renovables, la canalización de los desplazamientos de las especies debidos al cambio climático, el control de los daños por eventos extremos (sequías, inundaciones, etc.) y la reducción de la vulnerabilidad a incendios forestales, erosión y plagas o enfermedades.
Sin perder de vista que la multifuncionalidad es una característica imprescindible de la infraestructura verde, el objetivo de INVERCLIMA es proporcionar un diseño espacial de esta red de ecosistemas que preste especial atención al cambio climático. Para ello, este proyecto identificará los servicios ecosistémicos prioritarios, evaluará el potencial de todo el territorio gallego para proporcionar cada uno de estos servicios y, a partir de los resultados de los análisis anteriores, llevará a cabo la planificación territorial de la infraestructura verde. En todo el proceso se tendrá en cuenta la opinión de la población, de modo que serán los ciudadanos los que prioricen los servicios ambientales que consideren más importantes y propondrán zonas para su inclusión en la infraestructura verde.